Gran Canaria
Gran Canaria es una isla del archipiélago canario, situada en el océano Atlántico. Junto con las islas de Lanzarote y Fuerteventura forma la provincia de Las Palmas, integrada además por los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste e Isla de Lobos.
La capital de la isla es Las Palmas de Gran Canaria (ciudad más poblada del archipiélago con 383.343 habitantes), también capital de la provincia oriental (Las Palmas) y de la Comunidad Autónoma de las Islas Canarias, conjuntamente con Santa Cruz de Tenerife.
Gran Canaria, con 845.676 habitantes, es la isla más poblada de su provincia y la segunda isla más poblada del archipiélago canario.
En tiempos, antes de la construcción del Puerto de La Luz, inaugurado en 1883 y uno de los más importantes de España, esta pequeña península lo era sólo en la bajamar, cuando emergía el estrecho istmo arenoso, de no más de 200 metros de anchura, que la pleamar cubría y de ahí el nombre de “isleta”, isla pequeña, dado por los isleños a sus 12 kilómetros cuadrados sobre los que se levantan las familiares siluetas de sus montañas. Al Este del istmo, las instalaciones y el ajetreo del puerto; al Oeste, el arrullador bullicio de la Playa de Las Canteras; de por medio, la urbanización de la ciudad que separa drásticamente el ambiente a uno otro lado. Ni en Las Canteras se advierten los muelles, ni éstos saben nada de la playa.
Gran Canaria mide 1.560 kilómetros cuadrados, lo que, combinado con la forma circular y la localización de su máxima altura (Pico de Las Nieves, a 2000 metros) en su centro geográfico, le da el perfil de una gigantesca montaña cónica muy erosionada, con frecuentes cráteres o calderas apagados y profundos barrancos dispuestos radialmente de cumbre a mar. Del noroeste al sureste, la cordillera central delimita dos grandes zonas, diferenciadas en clima y en paisaje, que los canarios denominan, genéricamente, Norte y Sur.
Cada una de las zonas ofrece, a su vez, infinidad de microclimas distintos y enormes variedad paisajística, uno de los atractivos principales de Gran Canaria. En una sola jornada, con suaves temperaturas los doce meses del año, es posible pasar de la costa cálida a zonas templadas de medianías, atravesar valles y bosques subtropicales o alcanzar las cumbres donde, en ocasiones, cae la nieve sin merma del sol costero. Responsables de tanta variedad, que mereció a Gran Canaria el sobrenombre de “continente en miniatura”, son los vientos alisios que entran por el Norte y aprietan sus brumas contra el “muro” de la cordillera central, determinando una humedad y pluviometría superior a las registradas en la zona Sur, resguardada de los alisios por las montañas. Las corrientes marinas frías son otro condicionante del benigno clima grancanario. Puede decirse, en resumen, que a los alisios, a las corrientes marinas y a la orografía se deben singularidades excepcionales para la latitud de la isla, a pocos kilómetros del riguroso desierto sahariano.