La Gomera

La Gomera es, después de El Hierro, la más pequeña de las islas del Archipiélago Canario, con una superficie de 369,76 km² y poblacíon de 22.769 habitantes (2009). De forma casi circular, tiene un diámetro de Oeste a Este de unos 25 kilómetros, tomando como referencia los extremos occidental (Punta de la Calera) y oriental (Punta de San Cristóbal). La distancia de sus extremos septentrional (Punta de Los Organos) y meridional (Punta del Becerro) es de 22 Kilómetros. La altura máxima la alcanza el Pico Alto de Garajonay con 1.487 metros y la longitud de su costa es de 90 kilómetros. El nacimiento del nombre de la isla de La Gomera es fruto de una leyenda que nos transporta a los tiempos bíblicos de un hijo de Jafet, a su vez hijo de Noé, que recibió el nombre de Gomer.

    

En 1492, la bahía de San Sebastián de la Gomera se convirtió en último punto de escala hacia una gran gesta que cambió el curso de la Historia, el descubrimiento de un nuevo continente. Las estancias de Cristóbal Colón precedieron a otros navegantes ilustres como Hernán Cortés, Francisco Pizarro o Vasco Núñez de Balboa.

 

        

NATURALEZA

Pocos lugares del mundo presentan la riqueza natural de La Gomera, que esconde auténticos tesoros ecológicos acrecentados por su singular carácter prehistórico. Escarpado, el territorio insular gomero se compone de una zona elevada y relativamente llana en su centro, la meseta central, que tiene un relieve ondulado y desciende hasta los 800 metros aproximadamente. Un conjunto de barrancos, muy profundos en el Norte y relativamente llanos, las lomadas, en al Sur, descienden hasta el Atlántico en disposición radial. En su tramo bajo, los principales de estos barrancos llegan, en algunos casos, a abrirse como verdaderos valles. En su desembocadura aparecen las playas de la Isla, que se alternan con los más numerosos acantilados que forman la costa. En cuanto al clima, en La Gomera se dan unas condiciones bastantes húmedas, gracias al estancamiento en sus cumbres del mar de nubes que ha favorecido la existencia de la masa forestal de monteverde más importante del Archipiélago canario. Un auténtico bosque pluvial. La Gomera es la única isla del Archipiélago en la que no se han desarrollado erupciones volcánicas modernas, concretamente, desde hace unos dos millones de años. Como consecuencia de ello, la erosión ha actuado con mayor continuidad, por lo que los relieves diferenciales, espectaculares roques y fortalezas, y los barrancos forman parte esencial del paisaje.

     

PARQUE NACIONAL DE GARAJONAY

Las formaciones de monteverde cubren en la isla de La Gomera unas 6.000 ha., de las cuales 2.000 ha. corresponden a bosques degradados o formaciones arbustivas de fayal brezal que forman un anillo en torno a un núcleo boscoso muy bien conservado de unas 4.000 ha., que coincide en buena medida con los Montes Públicos de los Ayuntamientos que hoy constituyen el Parque Nacional de Garanojay.
El lenguaje silbado de La Gomera, lo que se conoce como el silbo Gomero, tiene su origen en los problemas de comunicación derivados de la configuración montañosa de buena parte del territorio de la Isla, cubierto en algunas zonas de espesos bosques y con grandes distancias entre las laderas de los valles. Chipude es uno de los núcleos tradicionales donde se conserva el silbo. Para que la tradición no se pierda, en los colegios de la Isla se imparten cursos monográficos de silbo. En el Parador de Turismo y en los restaurantes Las Rosas y La Zula se puede asistir a demostraciones de este peculiar sistema de comunicación.

      

ECONOMÍA

La base económica tradicional de La Gomera ha sido, como en el resto de las islas, la agricultura, en su doble vertiente de autoabastecimiento y de exportación por la finalidad de las producciones. Este modelo de explotación del suelo, introducido a raíz de la colonización de la isla, relaciona la ubicación de los manantiales y la humedad de las medianías con el emplazamiento de los cultivos, de manera que el espacio agrícola se localiza en los valles o barrancos que poseen agua y en las zonas húmedas que permiten el desarrollo de la agricultura de secano. Esto da lugar a un reparto desigual del poblamiento, que se sitúa en los principales valles del norte de la isla, ya que la ocupación y desarrollo de Valle Gran Rey y de Playa Sailtiago es de este siglo. Los principales cultivos del secano han sido los cereales, las leguminosas, las papas y algunos frutales como la uva.

      

En el regadío los cultivos han evolucionado desde la caña de azucar de los siglos XVI y XVII hasta el plátano del siglo XX, pasando por el tomate y la papa, y una parte de los cultivos de autoabastecimiento, como el maíz y los frutales. En los años sesenta este modelo entra en crisis debido, en primer lugar, a la emigración, y posteriormente a causa del incremento de los transportes y comunicaciones y del desarrollo turístico, que sol en la actualidad el fundamento de la economía de La Gomera.